Ayudo a líderes en Latinoamérica a convertir equipos disfuncionales en motores de ejecución.
Creo que América Latina puede competir en grande si sus equipos trabajan con claridad, responsabilidad y confianza.
Aplicando ciencia organizacional —no intuición— rediseñamos la arquitectura invisible de los equipos para que la colaboración fluya, las decisiones se aceleren y los resultados se vuelvan sostenibles.
No trabajo con discursos motivacionales ni dinámicas “divertidas”, sino con estructuras reales —claridad, roles, ritmo y responsabilidad— que hacen que los equipos funcionen de verdad.
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Durante más de diez años he liderado áreas de Entrenamiento, Desarrollo y Efectividad Organizacional, experiencia que me permitió ver de cerca qué hace que los equipos funcionen —y qué los frena.
He colaborado con líderes de manufactura en sectores como semiconductores, automotriz, médico y electrónico, aplicando ciencia organizacional para transformar la ejecución, la claridad y la colaboración dentro de los equipos.
He visto lo que ocurre cuando personas talentosas se quedan atrapadas en reuniones sin decisiones, roles difusos o conflictos que nadie enfrenta. Y también lo que sucede cuando rediseñas el sistema: la energía vuelve, las decisiones fluyen y los resultados aparecen.
Después de más de una década observando cómo los equipos cambian —o se estancan—, desarrollé una forma de trabajo clara, práctica y medible. Mi meta es simple: que cada líder vea resultados reales en menos de 90 días.
Resultado: claridad inmediata y un mapa de mejora priorizado.
Resultado: acuerdos claros, ritmo sostenido y coordinación sin fricción.
Resultado: +8–12 % productividad, –5–9 % scrap, +24 pts NPS interno.
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Estas ideas no se quedan en la teoría: las he probado en campo, adaptándolas al lenguaje y ritmo de los líderes industriales de América Latina. Cada herramienta que aplico ha sido validada en equipos reales y traducida en resultados visibles —más claridad, más ritmo, menos fricción.
“Estamos llenos de juntas, pero avanzamos poco.”
“La gente es buena, pero cada área jala para su lado.”
Sé exactamente cómo se siente y sé por qué ocurre: no es falta de talento, es falta de diseño.
Por eso mi trabajo consiste en rediseñar los sistemas que devuelven claridad, ritmo y responsabilidad a los equipos.
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Mi visión: transformar la forma en que Latinoamérica trabaja en equipo.
Para 2035, mi meta es haber ayudado a más de 2,000 equipos latinoamericanos a convertirse en motores de alto desempeño.
Creo que la verdadera ventaja competitiva de nuestra región no está en el costo, sino en la calidad de sus equipos: en líderes que saben diseñar claridad, ritmo y responsabilidad.
Si compartes esta visión y lideras un equipo que quiere avanzar con estructura y ciencia, da el primer paso y descubre en qué punto está tu equipo hoy.
